Huellas

«Desde el primer instante en el que te acercaste fue con esa intención.
Me acosaste. Una y otra vez.
Me dijiste cosas. Me tocaste. Me manoseaste.
Con sólo verte sabía que algo pasaría.
Nunca hice nada porque para ese punto supongo que había interiorizado la idea de que los hombres me tocaban y así eran las cosas. Pensaba que así era porque así había sido.
Y tú no fuiste la excepción.
Recorriste cada rincón de mis piernas con tus manos.
Me diste nalgadas. Me llegaste a tocar los genitales. No una vez. No dos. No tres.
Nunca supe qué hacer o cómo alejarme.
Simplemente pasaba y ya.
Tristemente no fuiste el primero, ni el último.
Pero tus huellas son las que más marcas me dejaron.
Tus huellas fueron las que más me marcaron.»